jueves, 30 de junio de 2016

Los Clowns Voladores/The Flying Clowns
El otro día paseando por la parte antigua de Zamora encontré en una librería de viejo de la que soy cliente habitual un ejemplar antiguo de la revista LIFE del año 1967, en cuya portada se muestra una espectacular foto en blanco y negro -marca de la casa- que ilustra el reportaje sobre un desafortunado accidente ocurrido en un rascacielos de Nueva York durante la fiesta de su presentación al/del que nunca, nadie, halló una explicación.
Durante la inauguración de el gran edificio de 45 plantas, propiedad de la compañía aseguradora LIFE INSURANCE. Se celebra en la azotea desde la cual se observa una espectacular vista de la ciudad, un concierto al aire libre, al estilo del que años después imitarían muchos grupos musicales, como U2 o The Beatles, con un gran escenario sobre el que canta nada menos que Frank Sinatra, contratado para tan especial ocasión por la compañía de seguros propietaria del inmueble y que quiere literalmente echar la casa por la ventana. Es la presentación, ante el todo NY con La Voz en estado de gracia.
Participan en la fiesta, con ánimo de transmitir un aire cosmopolita al evento un numeroso tropel de artistas de variedades, comefuegos, equilibristas, bailarinas, y un largo etcétera de los mejores cómicos del momento como Le Cirque de la Lune, destacando entre todos tantos artistas, un grupo de payasos augustos. La espectacular y sorprendente troupe The Flying Clowns vestidos todos con unos trajes de raso azul eléctrico, con la gorguera de forma y color alechugada, calzados con unas babuchas doradas puntiagudas con la punta muy larga y enrollada y como remate un sombrerillo cónico rojo carmesí, dando como resultado un aspecto deslumbrante del grupo.
Los payasos animan con su presencia la magnífica gala de inauguración , y como broche final cuando está a punto de concluir la gala de Frank Sinatra todos cogidos de las manos forman en gran corro alrededor del escenario y danzan como si fuesen un derviche, todos unánimes pero al mismos tiempo cada uno a su ritmo interior ; se abren y se cierran como los pétalos de una flor acercándose al estrado y alejándose alternativamente creando un efecto hermosísimo sobre el bello y nocturno perfil de Manhattan en el que destaca sobre la noche como un ascua de luz y color el magnífico edificio de la compañía LIFE INSURANCE.
Giran a la izquierda, giran a la derecha todos a la vez cogidos por sus manos y poco a poco van expandiendo el círculo como se expande el universo hasta llegar prácticamente hasta el borde de la azotea donde desafían al vacío con la fuerza de estar todos unidos por las manos y sus años de experiencia como artistas.
El rascacielos con pequeños detalles sin rematar por las prisas de la compañía en inaugurarlo antes que otro de la competencia que también está a punto de ser terminado, a hecho algunas concesiones a la seguridad, para poder celebrar la apertura el 4 de julio día de la gran fiesta nacional de los Estados Unidos y entre esas pequeñas concesiones está por ejemplo que todo el perímetro de la azotea, no tiene ni balaustrada, ni malla de seguridad para evitar accidentes e impedir el lanzamiento de suicidas, como tienen casi todos los demás edificios, como el Empire State.
Los Clowns Voladores que -casualmente tienen un bonísimo seguro de todo riesgo con la propia compañía aseguradora que los ha contratado para el festejo- ignoran el peligro que pueden llegar a correr al actuar en la gala sin medidas de seguridad.
El sol esplendido y radiante ha calentado todo el día sobre la ciudad y ahora de noche es causa de que corra una ligera brisa, que a la altura del piso 45 es de 20 metros por segundo. En el momento culminante de su performance los Augustos Clowns bordean todo el perímetro de la terraza cogidos de las manos y proyectando sus cuerpos como una guirnalda azul eléctrico con ribete dorado en los pies y rojo en la cabeza, festoneando todo el borde de la azotea con los colores corporativos de la aseguradora y Frankie triunfando en el centro de la guirnalda interpreta con su mejor voz Fly Me To The Moon. Desde el aire, un helicóptero alquilado por LIFE para fotografiar y grabar el evento del año gira alrededor de la torre registrando unas imágenes espectaculares y un sonido con Manhattan como caja de resonancia de los coros de los payasos.
Inopinadamente y cuando los artistas azules se encuentran enardecidos por la emoción del espectáculo y con sus cuerpos colgantes sobre el vacío, uno de ellos o varios -nunca se llego a saber- se sueltan de las manos de sus compañeros y caen al vacío bordeando el recién estrenado inmueble, con todo el horror del mundo reflejado en sus inmaculadas caras blancas ante final que les espera abajo. Murieron todos.
A pesar de que se realizó una intensa investigación sobre las posibles causas del desgraciado accidente y se barajaron diversas hipótesis, como que si alguno de ellos tuviese las manos muy sudadas y perdiese el agarre con un compañero, o que alguno o algunos estuviesen bajo los efectos de alguna sustancia estupefaciente como alcohol o cocaína, o que el viento les hiciese perder el equilibrio o alguno sufriese un desvanecimiento.
Nunca se supo.
El caso se cerró sin ninguna conclusión y el asunto de Los Clowns Voladores quedo sumido en el misterio, del que ahora queda un testimonio gráfico en la foto -portada de LIFE y ganadora del Pulitzer - en la que desde el punto de vista del fotógrafo, Thomas Crown a bordo del helicóptero. Se observa en la derecha de la imagen la oscuridad en la que van cayendo los Clowns y se ve el miedo reflejado en los primeros plano de los rostros de los payasos que están más cerca de la cámara y se va diluyendo en los rostros de los que ya están cayendo al negro de la noche hasta la parada en el suelo ; en la parte izquierda de la foto se observa el estrado como una luminaria cegadora y a Frank en su mejor pose desgranando las ultimas notas de Fly Me To The Moon como postrer homenaje sin el saberlo a los ya desaparecidos clowns voladores.
Tengo fija la vista en la portada de la revista de hace 40 años y no deja de sobrecogerme el horror que transmite la terrible imagen.